Archivo de la categoría: Entrantes

Gazpacho de pepino


Dificultad: baja

Tiempo aproximado de elaboración: 10-15 min.

Ingredientes:
1 Kilo de pepinos
1 Cebolla
1 Diente de ajo
1 Yogurt natural (opcional)
El zumo de un limón (o medio)
Agua
Aceite
Vinagre de vino (de Jerez)
Sal
1 o 2 manzanas para la guarnición

Elaboración: Pelar, cortar, aliñar y triturar todo junto (añadirle agua a ojímetro) menos la manzana que se añadirá troceada antes de servir. Si tienen invitados, o es un día de lucir, podría pasarse por el pasapurés. Si no y ya que se echa todo pelado, dejen la fibra del pepino, que  es salud (en algunas variaciones simplemente se corta el pepino a daditos y añadiendo agua, sal y vinagre…)

Sugerencias/Recomendaciones: Cada uno aliña el gazpacho a su gusto, claro. Pero como truco, para las primeras veces  es recomendable poner todas las verduras y, antes de picar, imaginarse que se está ante una ensalada gigante.  Recomendamos mezcla de vinagre de vino de Jerez y limón, pero un vinagre de manzana o alguna otra cosa también funcionará.  Para sofisticación, en la presentación se pueden añadir gotas de aceite, de salsa Lea&Perrins, de reducciones de vinagre con caramelo, trocitos de tomates secos al sol… Además de la manzana, yo no perdonaría nunca una llesca de buen pan (y admitiría algún tropezón de huevo duro también). El yogurt es opcional pero recomendable. Y si toda esa fibra, fruta y vinagre de manzana le suena a comida de hippies, póngale un yogurt griego potente.

Origen del plato: Dirán «¡esto es un tsatsiki gazpachado!» y razón que tienen, y no será el último plato convertido en sopa fría y sabrosa (el bagabanush está a tiro). Gazpacho viene a significar mezcla. Casi cualquier cosa  si se puede aliñar, dejar líquida y fresquita es susceptible de terminar agazpachada.

Croquetas cremosas

Dificultad: alta

Tiempo aproximado de elaboración: 2 horas

Ingredientes:
El pollo de un puchero (entero, sin la pechuga)
Caldo del mismo puchero
Jamón serrano en lonchas
1 cebolla gigante o 2 medianas
Harina (200 gr aprox)
Leche
Mantequilla (200 gr., o lo mismo que de harina)
Huevos
Pan rallado
Sal
Nuez moscada

Elaboración: Empezar por desmigar todo el pollo (hervido del puchero) en un recipiente y añadirle el jamón picadito (aunque también se puede hechar más adelante). En una sartén, calentar un chorro de aceite de oliva y derretir la mantequilla, para luego añadirle la cebolla picada fina. Cuando la cebolla esté un poco pochada, añadir a la sartén la mezcla de pollo y jamón, revolver, y añadir la harina (es importante que se cocine un rato, para que no sepa a crudo). Cuando la mezcla lo pida, ir añadiendo vasos con 1/2 de leche y 1/2 de caldo, sin dejar de remover, hasta que todo alcance una textura líquido-cremosa (densa). Probar un poquito, añadir sal si es necesario y rallar un pelín de nuez moscada sobre la mezcla. Dejar enfriar y proceder a la II parte (y más difícil todavía): técnica del doble embozo.
Con la masa fría (incluso proveniente de la nevera), preparar en orden consecutivo un recipiente con harina, uno con huevo batido (empezar con 3-4, que luego pedirá más), uno con pan rallado y una fuente plana para dejar las croquetas. Con dos cucharas, ir cogiendo un poco de masa y pasándola de una a la otra (con brío, para que no se pegue), dándole forma ovalada. Echar la bola resultante a la harina, sacudir el exceso y pasar la croqueta enharinada al recipiente del huevo. Sacarla rápidamente con la ayuda de otra cuchara y empanarla. Se deja colocadita en la bandeja, y vuelta a empezar. Luego sólo quedará freir la cantidad deseada en abundante aceite y fuego vivo, retirarlas y colocarlas un momento sobre papel absorbente… y listas para saborearlas!

Sugerencias/Recomendaciones: La principal dificultad está en el proceso de doble embozo. Si logramos que la pasta sea lo suficientemente cremosa y líquida para unas croquetas exquisitas, fliparemos para el doble embozo. La recomendación es que la masa esté lo más fría posible, agilidad y paciencia si se rompe alguna. Hemos visto en youtube que una manga pastelera puede semi-industrializar este proceso (pero estareis mucho más orgullosos de vosotros mismos haciéndolo en «manual»). Además, podeis congelar miles como feroces ardillas croqueteras.