Dificultad: alta
Tiempo aproximado de elaboración: 2 horas
Ingredientes:
El pollo de un puchero (entero, sin la pechuga)
Caldo del mismo puchero
Jamón serrano en lonchas
1 cebolla gigante o 2 medianas
Harina (200 gr aprox)
Leche
Mantequilla (200 gr., o lo mismo que de harina)
Huevos
Pan rallado
Sal
Nuez moscada
Elaboración: Empezar por desmigar todo el pollo (hervido del puchero) en un recipiente y añadirle el jamón picadito (aunque también se puede hechar más adelante). En una sartén, calentar un chorro de aceite de oliva y derretir la mantequilla, para luego añadirle la cebolla picada fina. Cuando la cebolla esté un poco pochada, añadir a la sartén la mezcla de pollo y jamón, revolver, y añadir la harina (es importante que se cocine un rato, para que no sepa a crudo). Cuando la mezcla lo pida, ir añadiendo vasos con 1/2 de leche y 1/2 de caldo, sin dejar de remover, hasta que todo alcance una textura líquido-cremosa (densa). Probar un poquito, añadir sal si es necesario y rallar un pelín de nuez moscada sobre la mezcla. Dejar enfriar y proceder a la II parte (y más difícil todavía): técnica del doble embozo.
Con la masa fría (incluso proveniente de la nevera), preparar en orden consecutivo un recipiente con harina, uno con huevo batido (empezar con 3-4, que luego pedirá más), uno con pan rallado y una fuente plana para dejar las croquetas. Con dos cucharas, ir cogiendo un poco de masa y pasándola de una a la otra (con brío, para que no se pegue), dándole forma ovalada. Echar la bola resultante a la harina, sacudir el exceso y pasar la croqueta enharinada al recipiente del huevo. Sacarla rápidamente con la ayuda de otra cuchara y empanarla. Se deja colocadita en la bandeja, y vuelta a empezar. Luego sólo quedará freir la cantidad deseada en abundante aceite y fuego vivo, retirarlas y colocarlas un momento sobre papel absorbente… y listas para saborearlas!
Sugerencias/Recomendaciones: La principal dificultad está en el proceso de doble embozo. Si logramos que la pasta sea lo suficientemente cremosa y líquida para unas croquetas exquisitas, fliparemos para el doble embozo. La recomendación es que la masa esté lo más fría posible, agilidad y paciencia si se rompe alguna. Hemos visto en youtube que una manga pastelera puede semi-industrializar este proceso (pero estareis mucho más orgullosos de vosotros mismos haciéndolo en «manual»). Además, podeis congelar miles como feroces ardillas croqueteras.
Això és cuina de postguerra. on s’aprofitava tot, tot, tot.